Del encierro a una nueva vida: la historia de una mujer y muchas más
- José Bezanilla C.
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura
Actualizado: hace 4 días

"Cuando ingresé a este curso de peluquería, mi vida era inestable. Hoy puedo decir que esta capacitación cambió por completo mi historia".
Así comienza el testimonio de una de las 45 mujeres que, durante 2024, egresaron de los cursos ejecutados por Cruz de Los Andes, el OTEC de Fundación Cristo Vive, en colaboración con Fundación Paternitas y el apoyo del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago (GORE RM).
El curso no solo le entregó conocimientos técnicos. Le dio propósito, identidad y futuro. “Pensaba que esto iba a quedar guardado, pero me di cuenta de que no: es lo que quiero hacer toda mi vida. Me hace sentir llena, feliz, completa".
Desde 2016 existe una alianza entre Cruz de Los Andes y Fundación Paternitas. Ese amplio vínculo entre ambas instituciones permite que hoy se compartan roles en proyectos como el de Reinserción en Comunidad, que ofrece formación en oficios dentro de centros penitenciarios de la Región Metropolitana. Sólo en 2024, 116 personas privadas de libertad completaron satisfactoriamente sus procesos formativos.
"Gracias a este curso ahora tengo herramientas, tengo sueños, tengo estabilidad. Me siento con los niveles de seguridad superaltos. Estoy feliz y agradecida."
Elena Garrido, Coordinadora de Capacitación de Cruz de Los Andes, lo resume con claridad:
“Las mujeres descubren su potencial e identifican su capacidad de desarrollarse laboralmente en diversos oficios. Además, desarrollan habilidades blandas necesarias para insertarse en el mundo del trabajo: resiliencia, trabajo en equipo, tolerancia a la frustración, cumplimiento de metas”
“La formación no solo transforma a las personas: transforma entornos completos. Cuando una mujer progresa, progresa su familia”
Este trabajo, que une formación técnica, acompañamiento emocional y trabajo en red, demuestra que la reinserción es posible cuando hay convicción, oportunidad y apoyo.
Pero no es solo tarea de fundaciones. Las empresas también cumplen un rol crucial. Pueden financiar cursos a través de la franquicia tributaria, ofrecer prácticas profesionales o abrir sus puertas para contratar a egresadas y egresados. La reinserción es una causa colectiva.
"Estoy feliz y agradecida con Dios, con ustedes y con Cruz de Los Andes porque hicieron en mí un cambio para bien. Sigan abriendo puertas y capacitando, porque cada puerta que abren en la cárcel puede abrir muchas más afuera", finaliza el inspirador testimonio de esta iniciativa.
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